"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Salmón horneado al cava


A diferencia de otros vinos, el cava tienes que tomarlo en el momento que se abre la botella, porque por mucho tapón hermético que pongas, al día siguiente ha perdido toda la gracia. Sin embargo sigue siendo perfecto para cocinar, y mucho mejor que esos vinos peleones que venden en los supermercados, y que erroneamente muchas veces compramos para guisar porque "no voy a poner un buen vino para que se lo beba el pollo". Gran error, el vino siempre tiene que ser  del que nos tomaríamos una copa. 

Con alto contenido en Omega3 y proteínas, y muy beneficioso para la salud, el salmón se ha convertido en un elemento fijo en todas las pescaderías de España. Particularmente, no es un pescado que me guste mucho para hacer a la plancha, ya que tiene fama de ser un pescado un poco seco, pero en el horno da un juego increíble. Aunque hay mucha gente que dice que es mejor asar el pescado con espinas, francamente a mi me gustan estos lomos limpios que te permiten comer el pescado sin interrupciones, pero para eso hay gustos, así que si preferís podéis hacerlo sin quitarle las espinas.



Y con estos dos elementos, el cava y el salmón, y alguno más de los que tenemos en la nevera, podemos preparar un rico plato. Vamos con la receta:

Ingredientes:

Un lomo de salmón sin espinas
1,5 vasos de cava
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 cebolla
2 yemas de huevo
sal
perejil
Aceite de oliva virgen
1 cucharada de leche

Preparación:

Picamos los pimientos en trozos muy pequeños y la cebolla en juliana. Ponemos todo en una fuente de horno, colocando encima el lomo de salmón previamente salado.


Añadimos un buen chorro de aceite de oliva y el cava, y ponemos en le horno previamente precalentado a 200º durante 30 minutos. El tiempo de horneado depende mucho de la pieza, la mía era bastante grande, si usamos rodajas gruesas, lo tendremos en 15 ó 20 minutos.


Cuando se termine de hornear el pescado, preparamos una mezcla con 2 yemas de huevo, la leche, el jugo que queda en la fuente del horno y un poco de perejil. Batimos bien y rociamos por encima.


Servimos inmediatamente.


Queda muy jugoso



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