"Un lugar donde guardar el aroma que sale de los pucheros, una buena receta, la tarjeta de aquel restaurante que nos gustó tanto, la etiqueta de una botella de vino…"

La cajita de Nieves y Elena

Pizza blanca y ajo negro


La pizza blanca o focaccia es uno de los orígenes de la pizza. Este pan plano ya lo comían los antiguos soldados romanos y su consumo se extiende por todo el Mediterráneo. En Grecia el "Plakuntos" decorado con hierbas, especias, ajo y cebolla, en las Islas Baleares y Cataluña  la coca que posee variantes dulces y saladas y en el cercano Oriente la "Pita" que en Turquía se llama "Pide".

Las chicas de Bake the World quieren que instauremos en nuestras casas el día semanal de la pizza. En casa de mis hermanas y mis hijos lo tienen instaurando desde hace ya bastante tiempo: los viernes. En mi casa va a ser más difícil, pero no imposible, porque con esta masa más gruesa y crujiente mi marido dijo que no le importa repetir. ;)


Os dejo con la receta y el paso a paso.

Ingredientes:

Masa de pizza:

  • 200 gr. de agua
  • 400 gr. de harina de fuerza
  • 50 gr.de aceite de oliva
  • 20 gr. de levadura de panadería

Pizza:

  • Masa de pizza
  • Mozarella al gusto
  • Aceite de trufa o/y aceite de albahaca 
  • ajo negro


Elaboración:

Aunque la pizza la podemos amasar en un bol o en cualquier amasadora, yo como amasadora no tengo y en el bol me da pereza, utilizo la Thermomix. Ponemos en el vaso el agua y el aceite y programamos 30 segundos a 37º velocidad 1. Añadimos la levadura y mezclamos 5 segundos a velocidad 4.



Incorporamos el harina y la sal y programamos 1 minuto, vaso cerrado velocidad espiga. Retiramos la masa del vaso, hacemos una bola y la metemos en una bolsa de plástico durante 30 minutos para que doble su volumen.

Para hacerlo en un bol, ponemos el harina mezclada con la sal en el recipiente y hacemos un pequeño volcán. Disolvemos la levadura en agua templada y la añadimos junto con el aceite. Con un tenedor vamos moviendo todo hasta obtener una masa que se desprende de las paredes, entonces la volcamos sobre la superficie de trabajo enharinada y aplasta, estira, amasa al menos durante diez minutos, hasta tener una masa elástica. Forma una bola y dejala reposar en una bolsa de plástico hasta que doble su volumen.


Cuando haya doblado el volumen, cogemos la masa y la partimos por la mitad. Aplasta la masa con los nudillos suavemente y estira la masa con rodillo hasta conseguir el volumen que queramos. Para esta pizza necesitamos que quede con volumen, como una torta de pan. Extendemos sobre una bandeja de horno engrasada. Podemos repetir la operación con la otra mitad de masa o congelarla.


Cortamos unos discos de mozzarella que ponemos directamente sobre la masa. Picamos unos dientes de ajo negro que tan de moda se está poniendo. De sabor fino y un poco dulce, pero sin perder el fondo del sabor original tan característico, el ajo negro no es nada más (y nada menos) que el ajo después de un periodo de fermentación. Mantiene todas las propiedades del ajo corriente, pero no repite y tiene un sabor dulce con aroma de regaliz.


Regamos con aceite de trufa y/o aceite de albahaca. Podemos hacer este último triturando unas hojas de albahaca y dejándolas macerar unas horas. Horneamos durante 20 minutos en el horno precalentado a 220º


Ahora una buena película y a disfrutar de "nuestra noche de pizza"


¿Os apuntáis?



Bon appétit.

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